En el competitivo mundo de la industria alimentaria, garantizar la frescura, calidad y seguridad de los productos es esencial. Es aquí donde el envasado termoformado se destaca como una solución innovadora y versátil que responde eficazmente a las crecientes exigencias del mercado.
Esta tecnología de envasado consiste en la formación de envases a partir de materiales plásticos (bobinas de film) que ofrecen una protección superior. Estos envases se adaptan con precisión a cada alimento, ya sean frescos o precocidos, asegurando que lleguen al consumidor en condiciones óptimas.
La gran eficiencia del termoformado se debe en gran parte a una serie de características clave que lo hacen destacar en la conservación y presentación de los productos alimentarios:
Gracias a las bobinas de termoformado, cada envase puede ajustarse al tamaño y forma exacta del producto. Esto no solo mejora la presentación, sino que optimiza el uso de materiales, reduciendo residuos.
Estos envases bloquean el ingreso de oxígeno y sellan aromas y gases, garantizando frescura y seguridad alimentaria. Además, al combinarse con técnicas como el envasado en atmósferas modificadas (MAP) o al vacío, prolongan significativamente la vida útil de los alimentos.
Los films multicapa utilizados en el termoformado crean barreras contra humedad, gases y luz, adaptándose a las necesidades específicas de cada producto. Esto asegura que no se alteren las características organolépticas del alimento, como su sabor, aroma o apariencia.
Sabemos que el envasado es trascendental para la conservación de alimentos por eso en Taglermaq junto a nuestra representada Ulma Packaging ofrecemos diferentes soluciones de envasado que se adapten a las necesidades del mercado y a las tendencias que van definiendo la industria de alimentos.
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