Garantizar la seguridad en la producción avícola es un desafío constante, especialmente por la dificultad para detectar fragmentos óseos de baja densidad con tecnologías convencionales. Ante esto Anritsu desarrolla el Rayos X de energía dual, una solución capaz de identificar huesos de hasta 2 mm que junto a la integración de inteligencia artificial, logra una inspección más precisa y eficiente, optimizando la calidad del producto y reforzando la seguridad alimentaria.
En un mercado donde la demanda de productos avícolas crece constantemente y los estándares de seguridad alimentaria son cada vez más exigentes, la detección de contaminantes en las líneas de producción se ha convertido en una necesidad para la industria y la calidad de sus productos.
En ese aspecto el procesamiento en plantas de producción avícola presenta diversos riesgos de contaminación con materiales extraños como metal, plástico, caucho y huesos, siendo este último un reto complejo debido a su baja densidad y cercanía a la carne, dificultando la identificación por medio de tecnologías tradicionales como los Sistemas de Rayos X convencionales. Debido a esto las empresas que procesan aves centran sus esfuerzos en la identificación de tres tipos de huesos que aparecen con mayor frecuencia como contaminantes en este tipo de productos cárnicos:
● Hueso de la suerte: Se caracteriza por su forma de horquilla y mayor densidad, siendo el de más fácil detección.
● Costillas: A pesar de que tienen una densidad relativamente alta y una estructura uniforme, presentan un alto riesgo de fragmentación durante el procesamiento.
● Hueso en forma de abanico: Extremadamente delgado y con baja densidad, siendo el más difícil de detectar. Incluso en pollos jóvenes presentan una semejanza con los cartílagos.
Además, existe otro factor a considerar para la detección de huesos, y esto tiene que ver con la edad de las aves, ya que al ser sacrificados a edades tempranas presentan huesos menos calcificados, más blandos y con menor densidad, siendo más difíciles de detectar con los Sistemas de Rayos X convencionales.
El desarrollo de Sistemas de Rayos X de energía dual fabricados por Anritsu ha sido un avance en la detección de contaminantes, gracias al funcionamiento de esta tecnología que emite dos haces de Rayos X con diferentes energías, permitiendo diferenciar materiales según su composición, sin que el grosor del producto interfiera en el análisis. Gracias a esta innovación, es posible identificar huesos de baja densidad de hasta 2 mm, mejorando la seguridad y calidad del producto final.
Por otra parte la integración de inteligencia artificial en los sistemas de inspección ha llevado la detección a un nuevo nivel, permitiendo la identificación de fragmentos óseos aún más pequeños, elevando el rango de eficiencia en los procesos de producción avícola.
Para garantizar la seguridad alimentaria y evitar el retiro de productos, una línea de inspección efectiva debe incluir las siguientes etapas:
● Inspección Previa: Se realiza una detección inicial de contaminantes con Rayos X de energía única en las materias primas o con un Sistema de Rayos X de tubería, si la carne viene molida.
● Inspección Intermedia: Después de procesos de molienda o mezcla se realiza una detección de fragmentos de hueso o virutas de metal.
● Inspección Posterior: Luego del envasado se realiza una inspección final con Detectores de Metales y Rayos X para asegurar la eliminación de cualquier contaminante que no hubiese sido identificado en las etapas anteriores.
Además de mejorar la seguridad, estos sistemas proporcionan información valiosa para la trazabilidad del producto, optimizando el control de calidad y la gestión de proveedores.
La implementación de tecnologías avanzadas de inspección permiten a la industria avícola garantizar seguridad y máxima calidad. Te invitamos a conocer las diferentes soluciones de inspección de Anritsu ingresando a la sección Sistemas de Inspección de nuestra web especializada Avimaq.