En un entorno donde la seguridad alimentaria es crítica, los sistemas de detección por rayos X se consolidan como una evolución clave frente a los tradicionales detectores de metales. A diferencia de estos últimos, los sistemas de rayos X permiten detectar una mayor variedad de contaminantes, incluyendo huesos calcificados, vidrio, piedras, agujas y plásticos densos (como PVC o teflón), además de metales.
Los rayos X funcionan por diferencia de densidad, permitiendo identificar elementos no metálicos peligrosos que pasan desapercibidos con un detector de metales convencional.
Además de cuerpos extraños, los sistemas de rayos X de alta gama, como el XR75, ofrecen inspecciones simultáneas como:
El XR75 de Anritsu ha sido diseñado para reducir el consumo energético hasta en un 30% en comparación con modelos anteriores. Además, incorpora un tubo de rayos X de larga duración, lo que disminuye los costos operativos totales.
Gracias a su alta sensibilidad y baja tasa de falsos rechazos, el XR75 optimiza el rendimiento sin afectar el flujo de producción, detectando contaminantes hasta un 200% más pequeños que un detector de metales convencional.
La tecnología de Anritsu permite cumplir con normativas como FSMA, integrarse fácilmente a sistemas HACCP y generar registros automáticos para auditorías.
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